
Estamos en un sitio estratégico y no solo por las vistas. Nuestro centro se sitúa frente a la costa de Trafalgar y como seguramente ya sepas… ¡Nos rodean pueblos de mucha importancia histórica!
¿Qué supuso la llegada de los cultivos para las poblaciones?
Históricamente sabemos que el olivar y la viña trajeron como consecuencia el asentamiento de estos pueblos, puesto que era necesario que alguien se estableciera para cuidar y velar por la producción. Ese cambio de población nómada a sedentaria permitió poder disfrutar de zonas de cultivo muy ricas y con propiedades específicas que mucho tienen que ver con la proximidad a la costa.
Ahora bien, el olivar normalmente está en la sierra, ¿verdad?
Los olivos se cultivan allí puesto que el terreno es más dificultoso de labrar y menos fértil… La tierra cercana al mar es muy rica y normalmente se destina a otro tipo de cultivos.
Por eso decimos que este olivar es extraordinario. Cultivar en la Costa de la Luz tiene sus peculiaridades y beneficios.
Aquí la temperatura se amortigua y la maduración del fruto es diferente ¡las aceitunas cada día están más grandes! Y verlas crecer cada día es un privilegio.
Nuestros olivos, bañados por la brisa de la costa gaditana, atraviesan un proceso de crecimiento y maduración mucho más temprana. En el fruto se aloja un matiz único y la esencia marítima que nos rodea, todo ello nos regala una producción marcada por las características climáticas y geográficas de la región.
Cada vez falta menos para recoger estos frutos, ¡apuntad la fecha! Pues la próxima cosecha tendrá lugar entre finales de septiembre y principios de octubre.
Estamos deseando compartir con vosotros ese momento tan importante y que podáis disfrutar de nuestro aceite de oliva virgen extra ecológico.